Los propósitos de Año Nuevo son una tradición en todo el mundo en esta época del año. ¿Cuáles son los tuyos? ¿Cómo los vas a lograr?
Se acerca el fin de año cada vez más, y todos lo sabemos. Es por estas fechas que nos ponemos a reflexionar acerca de todo lo que hicimos en el año. Lo que logramos, todo lo que se quedó en el camino, que está en proceso; y lo que no comenzamos. Y, al ver esto, podemos pensar que no vale la pena y abandonar; o planificar mejor para alcanzar todas las metas que nos propongamos para el 2022.
De hecho, en muchos casos, el único ingrediente que hace falta a la receta del éxito personal de alguien, tiene que ver con la constancia. Ya que, en una sociedad líquida como la que a veces nos rodea, es muy sencillo perder la paciencia. Sin embargo, los errores y fracasos son, irónicamente, parte del éxito. Con esto en mente, preguntamos de nuevo: ¿cuáles son tus propósitos de Año Nuevo? ¿Cómo los vas a conseguir?
En INEVE, te damos algunos tips para alcanzar lo que te propongas este 2022.
Aprende a fijar propósitos para Año Nuevo
Una de las principales razones de frustración del ser humano, es no lograr algo que tiene pensado hacer. Desde tareas simples como lavar o arreglar algo en la casa; hasta actividades más de realización, como escribir un libro o emprender un negocio. Y es que muchas veces, la motivación es puramente emocional; y, aunque la pasión es esencial, no es el 100% de lo que se necesita. Después de todo, cuando el cerebro y el corazón aprenden a trabajar en equipo, la persona se hace imparable.
En este sentido, aquí tienes algunos tips para planificar bien tus propósitos de Año Nuevo:
1. Fija metas posibles
Últimamente, es común escuchar a muchos coaches motivacionales, diciéndole a las personas que ellas pueden lograr todo lo que se propongan. Y, aunque esto es cierto, hay que saber cómo llegar a nuestra meta más alta, sin perder de vista nuestro objetivo en el camino.
Con esto en mente, debemos recordar que para llegar e alcanzar nuestro sueño más grande, es esencial comenzar con el primer paso. Es decir, si quieres entrar a trabajar en esa empresa que tanto te gusta, tal vez el primer paso es obtener tu certificado de bachillerato. Este mismo ejercicio aplica a cualquier meta. Por ejemplo, si quieres escribir un libro, tal vez el primer paso sea capacitarte con algún curso de redacción.
Así, poco a poco, comenzarás a ver más palpable tu sueño. Pero, para ello, comienza tus propósitos de Año Nuevo con metas alcanzables, dentro de tus posibilidades actuales.
2. Escribe cómo las vas a lograr
Una vez que hayas decidido cuáles son tus metas para el siguiente año, debes tener en claro cómo las vas a lograr. Para ello, te recomendamos ampliamente acudir al viejo pero eficaz hábito de escribirlo. Si lo haces, podrás notar un par de beneficios:
- Lo tendrás a la vista cuando se te olvide.
- Releerlos, te servirá de motivación cuando sientas que pierdes las fuerzas para seguir.
- Tendrás un orden y una planificación para lograr tus metas.
- Podrás ver, de una manera realista, todos los pasos que debes seguir para lograr tu meta.
- Verás que no es imposible.
3. Calendariza lo planificado
Una vez que ya hayas fijado los pasos a seguir para lograr tu meta, te recomendamos establecer una fecha límite para cumplir con cada paso. Es decir, si decidiste que el primer paso para conseguir un mejor puesto es obtener un título de tu carrera; marca en tu agenda o calendario una fecha límite para inscribirte a una Institución Educativa que lo expida. Por ejemplo, en INEVE Instituto podemos ayudarte a lograrlo en 4 meses, gracias al Acuedo 286 de la SEP.
Este ejercicio, hazlo con todas las metas que hayas establecido.
4. Sé constante y resiliente
Es decir, toma en cuenta que la planificación nos ayuda a tener un esqueleto y metas fijas. Pero que, sin embargo, existen muchos factores externos que se salen de nuestras manos, y que pueden alterar nuestros planes. Y que, aun así, no debemos perder de vista lo que queremos lograr. Así, si se nos presenta algún contratiempo, podemos reestructurar nuestros planes. Como bien dice la frase:
"Si el plan no funciona, cambia el plan; no la meta."
